UNA MENTIRA MAS DE LOS KIRCHNER...

" NO MENTIRÁS " ***Miguel...09:21 19/09/2010 Cadena Aero... Formaciones especiales": la presidenta, el pasado montonero y la juventud maravillosa Aquel verano argentino estaba todavía en todo su esplendor, cuando Juan Domingo Perón estampaba desde el invierno madrileño su firma al pie de un mensaje dirigido "A los compañeros de la Juventud". Fechado el 23 de febrero de 1971, rezaba: "Tenemos una juventud maravillosa, que todos los días está dando muestras inequívocas de su capacidad y grandeza. (...) Yo tengo una fe absoluta en nuestros muchachos que han aprendido a morir por sus ideales, y cuando una juventud ha aprendido y alcanzado esto, ya sabe todo lo que una juventud esclarecida debe saber. Tenemos demasiados muertos, encarcelados y proscriptos para que nos olvidemos de su mandato. Tenemos mucho que hacer como para que no aprovechemos el tiempo...". Un año y medio más tarde, cuando ya se derrumbaba el gobierno militar del teniente general Alejandro Lanusse, Perón volvía finalmente al país y ese 17 de noviembre de 1972, proclamaba: "Pocos podrán imaginar la profunda emoción que embarga a mi alma ante la satisfacción de volver a ver de cerca a tantos compañeros de los viejos tiempos, como a tantos compañeros nuevos, de una maravillosa juventud que, tomando nuestras banderas, para el bien de la Patria, están decididos a llevarlas al triunfo". Hace pocos días, el martes 14 de septiembre, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, hablando a 10.000 militantes de la juventud oficialista congregados en el Luna Park y les decía: "Hablo hoy como testigo de época (...) Formé parte de aquella juventud maravillosa, que fue masacrada durante la dictadura más terrible de que se tenga memoria". Cuando Perón habla por primera vez de esa "juventud maravillosa", Cristina Elisabet Fernández aún no había cumplido 18 años. Nació en Ringuelet, cerca de La Plata, provincia de Buenos Aires, el 19 de febrero de 1953. Los Montoneros (núcleo principal de esas "formaciones especiales" que Perón identificaba como su juventud maravillosa) ya habían asesinado al general Pedro Eugenio Aramburu (1° de junio de 1970) y el ejecutor de esa muerte y fundador de la organización, Fernando Abal Medina, había caído en combate con la policía el 7 de septiembre de ese mismo año. En 1970 la actual presidenta argentina era una adolescente de 17 años. Mario Eduardo Firmenich tenía en ese momento 22 años. Esos cinco años de diferencia son determinantes. Al halagarlos como maravillosos, Perón estimulaba en esos jóvenes las ínfulas de protagonismo heroico y la ilusión de que ellos iban a encabezar la marcha de la historia, En 1971, cuando Perón les dice a los Montoneros comandados por un muchacho de 23 años que son "maravillosos", él tenía 77 años: no era un padre, sino un abuelo. Perón le llevaba 54 años a Firmenich y sus tropas irregulares. Un geronte que vivía fuera de la Argentina hacía ya 16 años e internet no existía, mimaba y enaltecía a un muchacho recién salido de la adolescencia que empuñaba y usaba las armas, y mataba gente en nombre de la "justicia popular". Claro, hasta el 25 de mayo de 1973 la Argentina carecía de legitimidad institucional. El país era gobernado desde 1966 por juntas militares torpes, ineptas y reaccionarias, y la fuerza política mayoritaria, el peronismo, carecía de legalidad electoral, aunque el radicalismo gobernante en 1965 había restituido su personería. Desde 1966, ningún partido político era legal, no solo los peronistas estaban proscriptos. Los gobiernos militares de 1955 a 1958 y de 1966 a 1973 cometieron diversas y crueles enormidades, todas ellas particularmente estériles. Perón se había ido de la Argentina en septiembre de 1955 porque quería evitar derramamiento de sangre y una guerra civil, pero tras los fusilamientos de 1956, cuando la Revolución Libertadora reprimió con mano de hierro una asonada militar en pro del retorno de Perón, el líder del justicialismo comenzó a respaldar y a convalidar las acciones de la resistencia armada contra el gobierno de Aramburu. Perón se topó con el asesinato de Aramburu como un hecho consumado, pero ya desde comienzos de los años ’60 se fueron organizando focos guerrilleros peronistas rápidamente sofocados que se alzaban en armas en nombre del caudillo exiliado. Antes del asesinato de Aramburu en 1970, los experimentos de terrorismo urbano y los casos de los "uturuncos" y las Fuerzas Armadas Peronistas ya habían demostrado que Perón no desautorizaba estos actos ni aconsejaba a los jóvenes que fueran prudentes sin perder el idealismo. Perón, cuya formación ideológica era muy conservadora y estructurada, no sólo observaba con aparente beneplácito los actos de violencia revolucionaria, sino que partir de fines de los años ’60 comenzó a enviar mensajes de admiración al Che Guevara, a Mao y al Mayo francés. Su oración fúnebre tras la muerte de Guevara en Bolivia lo muestra como un militar de 72 años conmovido por la inmolación del guerrillero de 39. ¿Se había radicalizado? ¿O se manejaba de acuerdo a la marcha de la historia? Lo que sí se sabe es que, hasta comienzos de 1973, Perón avaló, desde la omisión silenciosa o desde el elogio azucarado, a grupos violentos que habían tomado las armas. Pero ya entre marzo y abril de 1973, cuando lo echa a Rodolfo Galimberti luego de que el joven aventurero le propone en Madrid crear milicias populares al margen de las Fuerzas Armadas, el caudillo ya no volverá a lisonjear a los violentos. El 20 de junio de ese año, en Ezeiza, Perón cruza a los Montoneros, que el 25 de septiembre, tras una elección en la que se consagraba presidente con el 62% de los votos, le arrojan en la cara el cadáver de José Rucci, acribillado a balazos por un comando de la "juventud maravillosa". En noviembre de 1973, durante su fugaz legalidad, Firmenich reúne a cuadros y oficiales de Montoneros en la Ciudad Universitaria de Buenos Aires y blanquea su pensamiento: "La ideología de Perón es contradictoria con nuestra ideología porque nosotros somos socialistas; es decir, para nosotros la Comunidad Organizada, la alianza de clases es un proceso de transición al socialismo, el cual entendemos, por el análisis de la realidad, que es obligado; es decir, no hay forma de frenarlo" (cita rescatada por Ceferino Reato en "Operación Primicia. El ataque de Montoneros que provocó el golpe de 1976", Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2010, pág. 267). ¿No sería un acto de madurez, prudencia y elemental sabiduría que la presidenta Kirchner cuidara más sus palabras y no masajeara los egos desorbitados de su vanguardia militante, comparándola con una "juventud maravillosa" que ella, la verdad, ni siquiera integró? ¿Que opinan nuestros lectores? AGAPITO CUEVAS dijo a las 13:08 del 19/09/2010: Pepe siempre te leo, tenés coraje!!!... Defendé no a los militares y menos a los Generales protervos del ignominioso PRN. Pero sí defendé el principio de legalidad e igualdad ante la ley, ante la aberración de que los militares que a fecha de los sucesos eran pibes de 21 a 28 años, es decir de Subtenientes a Capitanes, hoy encarcelados y los terroristas protegidos unilateralmente con la prescripción, disfrutando del poder y de sus nietos. Destaco al Cnl Losito Bi-héroe y ejemplo para nuestra compatriotas, preso arbitrariamente desde hace 6 años. Viva la Patria. Y No afloje.. Saluda Atte.- Reportar comentario inapropiado