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Mi conocimiento de lo acontecido antes del llamado Proceso de Reorganización

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Mi conocimiento de lo acontecido antes del llamado Proceso de Reorganización Nacional y durante el mismo en la guerra revolucionaria que asolara a nuestro país

INFORMADOR PÚBLICO

Mi exposición se basa en dos premisas:

Una expuesta por el escritor Español: Don Francisco Quevedo Villegas, cuándo afirmó:

“CON LA VERDAD NO OFENDO NI TEMO”; y la otra por alguien que remedara a Santo Tomás de Aquino y acuñara para sí la frase: “LA ÚNICA VERDAD ES LA REALIDAD”.

La guerra revolucionaria, a la qué me refiero y que se desarrolló en la

Argentina, durante el período de la llamada “guerra fría”, lo fue por gestión y decisión, por una parte de:

a) Un sector de la Internacional Socialista; la Liga Comunista de Francia, el POR Boliviano y el régimen Cubano entre otros elementos de incidencia, todo ello patrocinado por la ex URSS.

Ver libro: “Resoluciones del V Congreso” del PRT-ERP,

Ediciones “El Combatiente”; y

b) Por la ambición de retorno al poder de un ex presidente militar.

El único en el mundo que quemó su Bandera y su Iglesia, que fuera degradado y excomulgado y que alentaba con directivas a sus acólitos, indicando leer a Mao Tse Tung y justificando las bajas que iban a producirse en la lucha.

Ejemplo de ello es una de las cartas que enviara a las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), donde se lee:

“Ustedes son las guerrillas que vienen a combatir a los que nos quieren vender la muerte climatizada, con el rótulo de porvenir” decía un famoso letrero en el barrio latino de París en mayo de 1968.”

“Yo puedo decirles a ustedes lo mismo, con la exhortación más firme para que sigan adelante…”

Esta carta fechada el 12 de febrero de 1970, fue publicada en la revista “Cristianismo y Revolución” nº 25 del mes de septiembre de 1970 y a su vez también figura en el libro titulado “Historia de la Juventud Peronista” de autoría del periodista Oscar Anzorena.

Ediciones del Cordón, páginas 137 y 138.

Libro que contara, según su autor, con los testimonios de:

Jorge Rulli

Mabel Di Leo

Carlos Villagra

Andrés Castillo

Osvaldo Agosto

Ángel Taborda

David Ramos

Juan Carlos Añón

Fernando Melillo

Claudia Bello y

Patricia Bullrich.

Esas directivas llegaban al país: Escritas; Filmadas; Grabadas y por intermedio de personeros y que llamaron a éste accionar “la resistencia”.

Cuando no fue otra cosa que terrorismo, mediante atentados; robos; asesinatos y secuestros; al igual que lo propuesto por la violencia marxista.

Esto, que aún hoy. Se presenta como lo actuado por dos organizaciones guerrilleras: Montoneros y PRT-ERP. No fue así. Ni es así.

Sus integrantes habían realizado los mismos cursos en Cuba; tenían la misma instrucción y en suma el mismo objetivo: “La Patria Socialista”.

Ambas organizaciones terroristas estaban y sostengo están, como en el pasado, interrelacionadas e interactuando de consuno.

Ello quedó demostrado y en evidencia en el año 1975, cuando personal de una dependencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, detuvo a un grupo de integrantes del llamado ERP (EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO) y a Mario Eduardo Firmenich, jefe de Montoneros. Vinculado a ellos, por la documentación incautada; su número de teléfono y su dirección.

Esta diligencia policial., se realizó durante la Jefatura del Coronel Cesar Díaz, existiendo un Gobierno Constitucional y cuyas actuaciones judiciales, después de más un mes y medio de labor, quedaron en la nada.

Ese ex presidente -al que me he referido-, derrocado en 1955, fue el mismo, que a su regreso y como consecuencia del ataque a la guarnición militar de Azul, dijo que había que: Exterminarlos.

Para posteriormente y en otra de sus manifestaciones, expulsarlos de la Plaza de Mayo, calificándoles de estúpidos e imberbes.

A su muerte., sus herederos políticos, la Presidente:

María Estela Martínez. Nombre de guerra de cabaret: Isabel, ratificaron la misma intención. Decretando su aniquilamiento.

Inmersos en esa situación se encontraron las Instituciones y sus hombres actuantes.

Es de conocimiento que la cúpula de las FF.AA. de común acuerdo con las autoridades políticas, labraron los reglamentos de guerra y también es obvio y de público conocimiento que tomaron el poder, acompañados en cargos públicos por hombres del Radicalismo, Justicialismo y de otras agrupaciones políticas y además los integrantes del llamado Poder Judicial.

Hoy, ni Justicialistas ni Radicales, se hallan sentados en el banquillo de los acusados. Sí, los integrantes de las fuerzas que ellos enviaron a enfrentar el terrorismo.

El tomar el poder por las FF.AA., fue, según mi criterio personal un grave error.

La guerra debía haberse llevado a cabo con la dirección y la responsabilidad política.

Y ese error se profundizó al no dar conocimiento real a la ciudadanía de lo que acontecía; al no declarar el estado de guerra interno y al enterrar semilla y no cadáveres como NN.

Todo ello condujo a la situación actual.

El fin de la guerra contraterrorista, sin haber logrado el objetivo final y la derrota de Malvinas, devino en la Democracia por el “diktat” de Inglaterra y Estados Unidos.

No por la acción política de radicales o justicialistas, que no salieron a la calle a reclamarla.

Esa democracia, que personalmente entendí debía defenderse, sigue siendo socavada por la misma dirigencia política, que en su ineptitud y corrupción, desde el año 1983, quiere quedar indemne, señalando a grupos de hombres como culpables de lo acontecido ante la sociedad, cuando ellos fueron realmente el génesis, con complicidad externa.

En 1983-1985, fue cómplice de esa dirigencia. El Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires: Walter Stefanini quién seleccionó y señaló a un grupo de hombres de la fuerza, como si estos hubieran actuado independientemente de las directivas impartidas.

El objetivo era ceder un grupo de efectivos, para satisfacer a un sector de la ciudadanía y exculpar obviamente a la clase política actuante, caso Carlos Ruckauf, Antonio Cafiero, etc. y otros ya fallecidos., como Ítalo Luder.

Todo ello como si no hubiese existido el “Control Operacional”, ni tampoco los “Veedores” del Ejército Argentino, a los que los hombres de la Institución, debían recurrir previo a iniciar cualquier acción.

Ese proceder infame, se interrumpió con los sucesos de la llamada “Semana Santa” del año 1987.

Y el llamado “Padre de la Democracia”, defensor por ante los estrados judiciales de Mario Roberto Santucho -Jefe del PRT-ERP- debió dar fin a la felonía orquestada.

Hoy hace mucho más de un lustro, que la actitud política de rapiña -su único objetivo estratégico-, ratificado con la burda maniobra de “papel prensa”, frustrada por el momento y apoyada por el marxismo, continúa flagelando a quiénes en su momento accionaron en defensa de la Libertad.

Pero no fue exclusivamente la clase política la que condujo a ésta situación, sino que contó con la complicidad de varios de los que se dicen:

Haber nacido con la Patria misma.

Entre ellos cabe destacar, por lo menos a un nato con la Patria:

Y es Albano Harguindeguy, hombre fuerte e ideólogo de la época, a quién se le “honrara”, con el lenocinio del Área 113, bautizando con el nombre de “puesto Vasco” a la Subcomisaria de la localidad de Don Bosco.

Amigo y compañero de estudios del extinto “Padre de la Democracia” y que hoy ve pasar la vida en un country, cómodamente como un buen gato.

Ya en el año 1975, este nefasto personaje, daba expresas directivas de ocultar a la ciudadanía: La existencia de fábricas de armas; Escuelas Militares y Políticas; Polígonos subterráneos de tiro: Cárceles del Pueblo:

Postas Sanitarias: etc. Haciendo dinamitar tales objetivos. Utilizando a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, como su fuerza de choque.

Por último y refiriéndome a mi situación personal, sé que me encuentro imputado, ante una “Comisión Especial” específicamente impugnada por la Constitución Nacional y al amparo de legislación mechada actualmente e inexistente en el curso de la guerra, acontecida ya hace mucho más de tres décadas.

¿Quiénes me acusan? Delincuentes prontuariados y condenados por falsificación de documento de identidad y relacionado con el hurto y adulteración de combustibles, como Juan Destefano.

Un Capitalista de Juego clandestino como Torbidone.

 Un falaz comediante como Papaleo -que ya acusara a varios de mis camaradas-,

Un denunciante ante el Juzgado Penal nº 1 de la Ciudad de La Plata: Amílcar Espósito que en los años 1983-1984, no me reconociera en rueda de personas. Todos ellos junto a quién amañara las denuncias del conjunto, el Dr. Ramón Miralles.

El mismo que años atrás, denunciara ante la prensa haber sido víctima de amenazas, por lo que se dispuso una vigilancia en su domicilio y que luego volviera a denunciar que su domicilio había sido tiroteado.

Hecho que fue investigado, comprobándose que quién había efectuado los disparos, era el custodio, ha pedido del custodiado.

Es el mismo que dice que vio detenido en el Destacamento Caminero de Martínez al ex legislador Hipólito Solari Irigoyen, quién niega en su declaración tal hecho.

Y lo que es más tragicómico, que quién fuera mi Director, me acusa a fojas 194 -año 1985- estamos en las fojas, casi 10.000 -año 2010-, y creo lo hace para ocultar sus andanzas en la Subcomisaría de Don Bosco, que obviamente quedaba más cerca que Martínez, trasladándose de la ciudad de La Plata.

Por otras razones, acusó también a los extintos: Comisario Mayor Penna y Comisario General González Conti.

Hoy estimo que esta opera bufa continúa como otra fase de la guerra, ante una ciudadanía que no la detecta y/o que no le importa.

Ante los camaradas libres de la época, que consienten con su silencio y nos consideran bajas y que nos visitan por caridad, palabras vertidas por quiénes en su momento fueron nuestros veedores.

A mi entender, sólo queda esperar el dictamen de la historia, que seguramente va a escribirla y/o ya la escriben, aquellos que durante el conflicto se mantuvieron a buen recaudo.

Y hoy se enancan, como excelentes trepadores, que son, en lo que otros enfrentaron, por directivas de gobiernos constitucionales y de facto y cuyo fin es lograr, sobre las espaldas de los detenidos, un factible futuro promisorio, ante un cambio político.

La “obediencia debida” de un sector del Poder Judicial, me obliga a participar de ésta teatralización, que irá a provocar más ignorancia en gran parte de nuestra ciudadanía.

Me refiero a los sectores ociosos amigos de los llamados planes descansar. Y afirmo ello, porque fui educado para pensar y caminar como hombre, no como ganado.

“La victoria no pertenece al soldado, tampoco la derrota”.

“Ambas son el resultado de la política de la Nación” expresó el ciudadano francés Jean Pouget.

Eros Amílcar Tarela Santiago

Comisario De la Policía de la Provincia de Buenos Aires

Prisionero de guerra y Preso Político.

DNI 4.190.816

Prisionero de guerra del régimen de CF viuda de Kirchner, cuenta lo que nadie dice, lo publicamos para que a vos no te laven el cerebro. Comentado y publicado por Miguel...