Desaparecidos
Revocan procesamiento de un ex aviador acusado de pilotear “vuelos de la muerte”
Se trata del piloto naval Julio Alberto Poch, acusado de los asesinatos de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, el periodista y escritor Rodolfo Walsh y la joven argentina, de familia de origen sueco, Dagmar Hagelin, entre otros.
El ex marino, de 57 años, cumple prisión preventiva en el penal bonaerense de Marcos Paz, junto a otros procesados en la megacausa Esma. Foto: agencia efe
DyN
La Cámara Federal porteña revocó el procesamiento del oficial de la Armada y piloto naval (r) Julio Alberto Poch, por supuestos “vuelos de la muerte” en la dictadura, y le ordenó al juez Sergio Torres que dicte un nuevo pronunciamiento, se informó hoy en los tribunales.
Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah cuestionaron el fallo del juez Torres al señalar que “no surge mínimamente acreditada la vinculación del imputado integrando el Grupo de Tareas” represivas que operó en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).
También criticaron que en el expediente “no surge realizado por el señor magistrado instructor” el examen de la responsabilidad atribuible a Poch, sino sólo una “afirmación genérica de su condición de integrante del Grupo de Tareas y/o de su participación en los vuelos de la muerte”. Por ello indicaron que el juez “habrá de realizar las medidas necesarias y dictar un nuevo pronunciamiento en relación a la situación de Julio Alberto Poch, ajustado a los términos que fueran desarrollados”.
El 23 de mayo último, Torres había procesado con prisión preventiva a Poch imputándole los delitos de “privación ilegítima de la libertad” y “torturas seguida de muerte”, a la vez que dictó un embargo sobre sus bienes de 615 millones de pesos. Para el procesamiento, según confiaron entonces las fuentes, resultaron fundamentales un “diario personal” y un “libro de viajes” escritos por Poch, que habían sido secuestrados en su casa de Zuidscherme, un pueblo a 25 kilómetros de Amsterdam, Holanda, donde vivía desde los años ‘80.
Negó todo
Entre otros crímenes fue acusado de los asesinatos de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, el periodista y escritor Rodolfo Walsh y la joven argentina, de familia de origen sueco, Dagmar Hagelin. El ex marino, de 57 años, cumple prisión preventiva en el penal bonaerense de Marcos Paz, junto a otros marinos procesados en la denominada megacausa Esma, que investiga los crímenes de lesa humanidad perpetrados en el campo de concentración que funcionó en ese centro educativo de la Armada.
En sus declaraciones indagatorias, Poch había negado cualquier participación en los “vuelos de la muerte” y aportó testimonios de ex compañeros suyos de trabajo en Holanda que negaron que él se haya jactado de haber piloteado los vuelos en los que se arrojaba gente al mar.
El teniente de fragata retirado fue detenido el 22 de septiembre pasado en España en base a testimonios de sus compañeros de la compañía aérea holandesa Transavia, que lo denunciaron a la policía de ese país y dieron origen a la investigación judicial. Declararon que Poch presumía en conversaciones con ellos de haber actuado en los “vuelos de la muerte” arrojando con vida al mar a quienes él consideraba como “terroristas de izquierda”. Pero trataba de aliviar el asunto diciendo que las víctimas “eran previamente drogadas” con Penthotal. Esas declaraciones fueron aportadas en Holanda ante escribano que las certificó y las envió a Buenos Aires. Según Poch las acusaciones en su contra obedecieron a una “interna” entre sus compañeros de trabajo.
Pedido de extradición
El marino se retiró de la Armada el 1º de febrero de 1981 y luego se fue a vivir a Holanda con su esposa y tres hijos, donde obtuvo la doble nacionalidad argentina-holandesa. Vivía en Zuidscherme, un pueblo a 25 kilómetros de Amsterdam, capital de los Países Bajos.
Allí trabajó como piloto de línea para la empresa Transavia y el 22 de septiembre hizo su último vuelo a Valencia, donde tenía pensado radicarse. Al llegar piloteando el avión al aeropuerto español fue detenido por un operativo que se había montado para apresarlo. Al ser interrogado por jueces de la Audiencia Nacional de España sobre las denuncias de sus compañeros de trabajo, Poch dijo que lo habían “malinterpretado” en las charlas que mantuvieron sobre la represión ilegal de la dictadura.
A pedido del juez Torres se inició un proceso de extradición que fue aprobado por el Consejo de Ministros de España y que se concretó con la llegaba al país de Poch. Los llamados “vuelos de la muerte” en aviones navales desde los cuáles los secuestrados eran arrojados al mar y al Río de la Plata fueron revelados por los sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada y en 1995 confirmados por el ex represor Adolfo Scilingo, quien reconoció haber participado en dos y ahora cumple condena en España.
Algo de justicia a pesar de todo, le dijeron al Juez Torres, "Asì no, primero las pruebas luego y si corresponde puede procesar "...Parece que el Juez Torres pensaba que estaba en una caza de brujas y su sola palabra era ley, que verguenza...Miguel...
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