¿QUE BOMBA? SI LOS KIRCHNER ELOGIARON Y APOYARON A LA DICTADURA SEGÚN ESTA SOLICITADA
Si hay algo hipócrita son los Kirchner, así como todos los sequitos de la corte del rey, llámese Hebe Pastor de Bonafini o Estela Barnes de Carloto….Hipocresías si las hay. Los soldados muertos en Formosa por los guerrilleros no son “contemplados por los DDHH” sino un afán de venganza y dinero.Esta es la solicitada de los Kirchner apoyando a los militares luego de un “atentado con una bomba”…
La Bomba nunca existió.
El ex diputado provincial Rafael Flores reafirmó lo que OPI publicara en otra oportunidad, sobre la inexistencia de “detenciones” al matrimonio Kirchner en Santa Cruz y aportó un dato revelador sobre la supuesta bomba que dijo la presidenta CFK le colocaron en su estudio de abogados cuando vivían en Río Gallegos en los años `70.
Como parte de la gira que hace la presidenta Cristina Fernández por Alemania, en declaraciones a medios de ese país la mandataria argentina hizo reverdecer algunas viejas versiones sobre supuestas persecuciones que sufriera junto a su marido Néstor Kirchner, cuando ambos vivían en Santa Cruz, allí por la década del 70, cuando el país estaba bajo la dictadura militar.
Para corroborar una vez más los dichos de la presidenta, recurrimos a la memoria del ex diputado Rafael Flores, quien le aseguró a OPI que “ni ella (CFK) ni él (NK) estuvieron más de un día detenidos en la Comisaría 1ra (de Río gallegos), pero eso fue antes inclusive, de que se desatara el proceso militar del 24 de marzo del 76”, dijo el ex legislador, hoy radicado en Buenos Aires, al tiempo que recordó “jamás en mi vida, por lo menos el tramo que compartimos juntos, (Kirchner) me mencionó un secuestro”.
Cuando lo consultamos sobre la bomba a la que hizo referencia Cristina en Frankfurt Flores señaló “lo de la bomba no sabría decirte con seguridad si se trató de una bomba… era un paquete y muy pocos supieron qué contenía verdaderamente ese paquete, o si era una bomba; el tema no tuvo nada que ver con que eran perseguidos por el gobierno militar, sino más bien fue un problema judicial que por esos años tenían con una persona que revistaba en Aeronáutica (Fuerza Aérea Argentina) y se decía que el tipo jugaba fuerte, pero en realidad nadie vio si era una bomba real o trucha, eso quedó en el aire; de todas maneras creo que algo de veracidad tenía”, explicó el ex amigo de la pareja, dejando entrever claramente que podría tratarse de un acto autointimidatorio para sostener algún tipo de denuncia y protegerse de cuestiones más bien comerciales o judiciales que políticas.
“Krichner en contra de la dictadura no hizo nada – le confirmó Flores a OPI – y es más te digo, lo que sostiene hoy está muy lejos de lo que por entonces pensaba Cristina de los grupos revolucionarios, ya que ella estaba en contra de lo que hacía Montoneros o el ERP”, expresó.
Más adelante el ex diputado se explayó sobre los motivos de las manifestaciones recurrentes de la presidenta sobre su pasado militante, indicando “sufren esta patología de mostrar lo que hubieran querido ser y no fueron. Yo creo que en realidad lo que los Kirchner intentan es desviar el eje de los problemas, con discusiones como éstas, mientras en la AFIP le acomodan los números a Lázaro Báez, no se colocan los radares y al país entra la droga por todos lados, se les dan licitaciones millonarias a los amigos, se reparten subsidios y todo lo que sabemos pasa mientras el país habla de un pasado de Kirchner y Cristina que no existió”, concluyó Rafael Flores ante nuestro cronista. (Agencia OPI Santa Cruz)
Una Nota destacable: Los DDHH y el Negocio
Todo responde al mismo concepto: las amenazas de Hebe de Bonafini a la Corte Suprema de Justicia; el pedido al gobierno de Bonafini y Estela de Carlotto para que no envíe al ex guerrillero chileno Sergio Galvarino Apablaza Guerra de vuelta a su país, donde se lo acusa del asesinato de un senador y del secuestro de un empresario, en democracia ; la concesión del refugio político a Apablaza Guerra; las millonarias indemnizaciones a los parientes de la mayoría de los guerrilleros que murieron en el ataque a un cuartel en Formosa, en plena democracia peronista; la inclusión de estos guerrilleros y de cientos más en los nuevos listados del Nunca Más y en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, en la Costanera porteña; el olvido por parte del gobierno y de los organismos de derechos humanos de los soldados que murieron en Formosa, y la pensión miserable que cobran los padres de estos conscriptos.
El concepto es el siguiente: se debe homenajear sólo a los combatientes, a los guerrilleros que lucharon por un país mejor, que en los setenta tenía la forma de la liberación nacional y la revolución socialista. ¿Mataron o secuestraron en ese combate? No importa: son daños colaterales justificados por el objetivo superior que perseguían. El fin justifica los medios, por horribles o sangrientos que hayan sido. Tampoco interesa que estos combatientes hayan muerto en democracia, mientras asaltaban un cuartel, se tiroteaban con la policía o estaban armando una bomba: tienen tanto valor y merecen tanto reconocimiento como los desaparecidos o los muertos por la represión ilegal del Estado. Los derechos humanos sólo se aplican a los combatientes.
Por eso, el gobierno de los Kirchner y los organismos de derechos humanos que protagonizan la elite que domina la política argentina desde 2003 no perciben, no ven, las demandas de las víctimas de los grupos guerrilleros ni de sus parientes y amigos, ni siquiera durante los cuatro gobiernos constitucionales del peronismo, entre 1973 y 1976. El gobierno y los organismos de derechos humanos han dibujado una leyenda blanca sobre esos grupos de jóvenes, a los que han convertido en un coro de ángeles.
Y sin embargo hace exactamente 35 años, el 5 de octubre de 1975, casi setenta guerrilleros participaron en forma directa del ataque contra el Regimiento de Infantería de Monte 29 en los suburbios de la ciudad de Formosa, a 1.200 kilómetros de la Capital Federal. Fue el bautismo de fuego del Ejército Montonero, el “salto militar” con el cual la guerrilla peronista pensaba enfrentar al Ejército luego del golpe que preveían inevitable. Gobernaba el peronismo, que había ganado las elecciones en 1973.
Los guerrilleros pensaban que los soldados, jóvenes formoseños de 21 años que cumplían con el servicio militar obligatorio, se rendirían, pero los conscriptos resistieron; el combate duró treinta minutos y provocó veinticuatro muertos, doce de cada lado, entre ellos diez soldados.
Como revelé en mi libro Operación Primicia, al menos ocho de los doce guerrilleros muertos en el cuartel figuran en los nuevos listados del Nunca Más, actualizado en 2006 por el gobierno de Néstor Kirchner, y también en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, a pesar de que cayeron durante el ataque a un cuartel en pleno gobierno constitucional del peronismo.
La fuente de esos datos es REDEFA, el Registro de Fallecidos de la ley 24.411, lo cual indica que los parientes de esos guerrilleros cobraron la indemnización prevista para los desaparecidos y muertos por la represión ilegal. En marzo, esa suma ascendía a 620.919 pesos; en ese mismo mes, los padres de los soldados muertos cobraban una pensión de 842 pesos por mes, pero sólo desde mediados de los noventa.
La asimetría, por utilizar una palabra neutra, es evidente: los padres de cada uno de los conscriptos debían cobrar ese dinero todos los meses durante más de 61 años de sus vidas para llegar a la suma que ya habían percibido los padres de cada uno de los guerrilleros. Para el gobierno y los organismos de derechos humanos, los soldados cayeron del lado equivocado.
(*) Editor jefe de PERFIL y autor de Operación Primicia y Operación Traviata: Quién mató a Rucci.
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