Por Guillermo Cherashny para el Informador Público
Como ex ministro de Defensa durante cuatro años y hasta diciembre pasado, es obvia la responsabilidad de Nilda Garré -ya sea por complicidad o ineptitud- en los graves episodios de contrabando de todo tipo de mercaderías por parte de importante sector de la Fuerza Aérea. Entre los mismos sobresale obviamente, el tráfico de cocaína detectado en Barcelona, pero ese vuelo, según todos los indicios, sería sólo uno de tantos que se hicieron a ese fin durante un largo período que coincide con la gestión de Garré en Defensa, repleta de anuncios sobre los supuestos éxitos del rígido control que el gobierno había impuesto a las Fuerzas Armadas. Por su parte, la comprobación inminente de que la cocaína fue cargada en un hangar de Morón sería una causa más que justificada para que renuncie la flamante e inepta ministro de Seguridad, amparada por el influyente Horacio Verbitsky, ahora dedicado a inventar fórmulas alternativas a CFK, como Scioli-Urtubey, que contaría con el supuesto apoyo de Techint. Este tipo de operaciones preocuparían -y mucho- al gobernador de Buenos Aires, que no sabría si en realidad el periodista opera por su cuenta o lo hace directamente por sugerencia de CFK, para desgastarlo y que acepte un vicegobernador del agrado ella y una lista de diputados nacionales del mismo origen.
Tentativa de perfil bajo
Volviendo al narcogate español, no deja de causar extrañeza que este tema no apareciera ayer con la fuerza de los días anteriores en los tres matutinos más importantes, curiosamente excluidos del canje por publicidad oficial que se realiza a cambio de deudas impositivas, en su mayoría injustas, ya que se deben a inspecciones integrales politizadas. De un modo u otro, desde el flamante Secretario de Comunicación, Juan Manuel Abal Medina, hasta Aníbal Fernández, están desplegando un enorme esfuerzo para que el narcogate salga de la tapa de los diarios, lo que le daría al gobierno un mayor margen de maniobra.
El caso es que la investigación interna del tráfico de cocaína está a cargo del jefe de inteligencia de la Fuerza Aérea, Brigadier Rodolfo Centurión. Éste se respalda en que había enviado tiempo atrás información de actividades no explicadas en la BAM (Base Aérea Morón) señalándole al director del Comando de Adiestramiento y Alistamiento, Brigadier Marcelo Ayerdi, y al Director de Personal y Bienestar, Brigadier Sergio Mayor, que tenía un avión civil en un hangar de Morón. Sin embargo, las advertencias del brigadier Centurión no fueron escuchadas en el Ministerio de Defensa y mucho menos por el Jefe de Estado Mayor de la fuerza, Brigadier general Normando Constantino, íntimo amigo del brigadier Ayerdi. Esta situación compromete seriamente a la conducción de la fuerza y salpica a la ex ministro y su hermano Raúl, ambos hijos de un dirigente peronista de la capital que tuvo gravitación en la campaña electoral del “Tío” Cámpora, en marzo del 73. Es así que la familia Garré forma parte de los últimos 50 años del peronismo capitalino. La eventualidad de que la ministro deba pagar finalmente los costos del escándalo del narcotráfico, junto con la cúpula de la Fuerza Aérea, sería un duro golpe para este gobierno, ubicado justamente en un marco desfavorable. Es que el mes entrante la Casa Rosada recibiría una severa sanción del GAFI, el organismo internacional que lucha contra el lavado de dinero proveniente de distintos tipos de delitos. Ocurre que las medidas de control anunciadas recientemente por la UIF para calmar los ánimos del GAFI resultarían muy débiles en comparación con lo que reclama el organismo anti lavado.
Solo una pregunta...¿ seguirás votando al régimen Kirchnrista?...Publicado por Miguel...
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