Argentina crea un nuevo ministerio, sólo para la Seguridad
Germán Sánchez Arroyo
De acuerdo con el ordenamiento constitucional argentino, la ciudad de Buenos Aires está organizada, desde 1996, mediante un régimen de autonomía. La máxima autoridad municipal no es por tanto un alcalde sino un Jefe de Gobierno, que así es como se denomina. En la actualidad, el cargo lo ejerce el señor Mauricio Macri, que al margen de otras consideraciones, no es políticamente afín a la presidenta de la República, la señora Cristina Fernández.
Sucede que entre los barrios de Villa Soldati y Villa Lugano, situados al sur de la ciudad y mayoritariamente poblados por inmigrantes de origen suramericano, se encuentra una zona verde de unas 130 hectáreas (el Parque del Retiro de Madrid tiene 118), conocida como el Parque Indoaméricano, que se ha convertido en lugar de acampada permanente para muchas de las personas que llegan a la ciudad, buscando una forma diferente de vivir. Esta afluencia incontrolada de gente marginal en su mayor parte, ha transformado el lugar en una suerte de "territorio comanche" que por el momento se ha saldado con al menos tres muertos por disparo de arma larga, en un intento fallido de desalojo del mismo por parte del Gobierno de la Ciudad.
La batalla política está servida y el fracaso en el uso de la fuerza para intentar solucionar el problema existente, ya ha sido convenientemente aprovechado por la señora Fernández para justificar las acusaciones que continuamente recibe de ser excesivamente blanda en cuestiones de orden público. Como resultado de toda esta polémica, el pasado 10 de diciembre la presidenta anunció (en presencia de nuestro juez Baltasar Garzón) la creación de un Ministerio de Seguridad. Aparte, claro está, del Ministerio del Interior que ya existe y que tiene sus cometidos. Pero no voy a continuar en clave de política interna porque no es el objetivo y porque, créanme, las componentes del problema son tantas y tan complicadas como los propios argentinos (ellos me comprenden y me disculpan).
Mientras en Europa hemos tendido tradicionalmente a distinguir claramente entre los aspectos relacionados con la Seguridad y Defensa en su conjunto y los que tienen que ver con la Seguridad Interior (la lucha contra el crimen organizado, el contrabando de drogas y de armas o la inmigración ilegal), en Iberoamérica no ha resultado tan evidente ni tan sencillo mantener esa diferenciación.
Desde que se empezó a hablar del concepto de Seguridad Humana en 1994, ha sido en esta parte del mundo donde más eco se ha venido haciendo de él. En su concepción, la Seguridad Humana era una idea inclusiva y centrada absolutamente en las personas, basada en su carácter multidimensional y con un énfasis especial en el multilateralismo y la cooperación. Sus áreas de interés iban desde la defensa del medio ambiente y de la naturaleza, hasta la sanidad, pasando por el combate contra la desigualdad y la pobreza. La conflictividad social existente y el tipo de políticas en curso en los países iberoamericanos dibujaban el escenario apropiado para la experimentación del nuevo concepto.
De ello se encargó el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y, responsable o no de su fracaso, lo cierto es que durante años, todo fueron críticas por su vaguedad y falta de resultados. En cualquier caso, el objetivo último que se pretendía era tan ambicioso como impedir que el usuario final de la seguridad (el ser humano) pueda sufrir abusos por parte del estado.
De ello se encargó el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y, responsable o no de su fracaso, lo cierto es que durante años, todo fueron críticas por su vaguedad y falta de resultados. En cualquier caso, el objetivo último que se pretendía era tan ambicioso como impedir que el usuario final de la seguridad (el ser humano) pueda sufrir abusos por parte del estado.
Pasaron los años y llegamos a nuestros días en los que las estrategias de Seguridad y Defensa de las principales potencias e incluso el último Concepto Estratégico de la OTAN, recuperan subliminalmente la idea de Seguridad Humana, ahora envuelta en las nebulosas del "Nuevo Orden Multilateral" y del "Enfoque Integral" en la resolución de conflictos.
Retomando el caso argentino, el Ministerio de Seguridad que acaba de crearse va a hacerse cargo de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Retomando el caso argentino, el Ministerio de Seguridad que acaba de crearse va a hacerse cargo de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Es casi seguro que el hecho nada tiene que ver con un pre-posicionamiento estratégico del país ante lo que pudiera considerarse "lo último" en Seguridad y Defensa. Es más que probable que la iniciativa no sea más que una reafirmación de esa manera de querer entender la seguridad y que con ella lo que se intenta es reforzar la posición política de la señora Fernández. En cualquier caso, en mi opinión, lo que "de paso" se consigue es cubrirse las espaldas frente a lo que pudiera venir de fuera, pues el decreto de creación establece que: "Será competencia del nuevo Ministerio de Seguridad asistir al Presidente de la Nación y al Jefe de Gabinete de Ministros, en orden a sus competencias, en todo lo concerniente a la seguridad interior, a la preservación de la libertad, la vida y el patrimonio de los habitantes, sus derechos y garantías en un marco de plena vigencia de las instituciones del sistema democrático". Y está claro que un estado democrático, por definición, no abusa de sus ciudadanos.
Disculpen si para finalizar me voy al extremo pero es que, a veces, desde allí se ven mejor las cosas. Si "lo nuevo" (lo del multilateralismo y el comprehensive approach) termina por imponerse, proceder a la disolución del Ministerio de Defensa y transferir sus medios y misiones al de Seguridad (cambiándole el nombre por Seguridad y Defensa) resultaría menos complicado.
¿Es por acaso, que al frente de la Seguridad se haya puesto a la señora Nilda Garré, que viene de ser ministra de Defensa? A mi entender, y como esto es una columna de opinión así lo digo, la iniciativa no es tan cortoplacista como parece.
A lo mejor ya se le había ocurrido a alguien a este lado del charco y se le han adelantado. Se admiten apuestas.Fuente: Atenea (seguridad y defensa)
Así nos ven desde españa, una opinión neutral...Publicado por Miguel...
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